Cuando alguien me amaba, solía jugar con las latas de refresco,
para adivinar con quién estaba mi futuro.
Jalaba ansiosa los arillos de las latas,
A,
Be,
Ce,
De,
...
Siempre salía la misma letra.
Nada podía cambiar eso.
Eso creí por dos años.
Después, dejaste de amarme,
y la letra seguía siendo la misma.
No podía entenderlo.
Volviste un tiempo, y todo era igual.
Como volviste te fuiste.
Y la letra sigue ahí.
Tú no.
Él sí.
Tal vez las latas tengan razón, y no seas tú, pero él sí.
4 comentarios:
Jajajaj! O-ra-le!
Oyeee! pero explicame bien esa dinámica!
Quiero probar!
Chance y me sale un "Z" =)
Hahahaha!
¬¬°
No, no sé abrir latas por el momento.
Gracias por participar.
Yo nunca he jugado a eso, y pensar que hubiera sido tan fácil no tener que andar probando jaja
Chaa xD
Me encantó :D
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