lunes, mayo 26, 2008

Top-top-top-top-top-top...

Ahora sí se puso buena la cosa... en lo particular agregaría y quitaría algunas canciones... pero este es el Top 20 de videos para cumplir fantasías XXX... según VH1...
Juzguen y digan: ¿cuáles pondrían ustedes?

20. You can leave your hat on- Joe Cocker
19. Stacy's mom- Fountains of Wayne
18. Más caliente que el sol- Fobia
17. These boots are made for walkin'- Jessica Simpson
16. Simply Irresistible- Robert Palmer
15. Tengo frío- Ely Guerra
14. Hot for teacher- Van Halen
13. Freedom '90- George Michael
12. Wicked game- Chris Issac
11. All the things she said- Tatu
10. Beautiful liar- BeyonZ ft. Chafira
9. Cream- Prince
8. Crazy- Aerosmith
7. I'm too sexy- Right Said Fred
6. Baby one more time- Britney!!!
5. Girls, girls, girls- Motley Crue
4. Dirrty- Christina Aguilera
3. Craddle of love- Billy Idol
2. Can't get you out of my head- Kylie Minogue
1. Justify my love- Madonna

sábado, mayo 24, 2008

Desplazada. Escondida. Inconclusa. Incompleta.
Confundida.
Más que nada.

Asi me siento ahora.

miércoles, mayo 14, 2008

martes, mayo 06, 2008

Angela Carter


La traducción es mía, así que si la encuentran rara pues... bueno, es porque lo hice yo.


Angela Carter


Escritora de ficción nacida en Gran Bretaña, cuya más aclamada obra, The Bloody Chamber & Other Stories, de 1979 reescribe los clásicos cuentos de hadas enfocándolos hacia un público adulto y de manera que el erotismo y la mujer sean el centro de la mayoría de las historias.

Nacida en Londres, Carter trabajó como periodista, estudió literatura medieval en Bristol y entrando a sus 20 años se volvió una escritora multipremiada. Después de terminar su primer matrimonio vivió en Japón donde su radical manera de escribir creó una conciencia feminista muy fuerte, por tratarse de los años 60. También dio clases en Estados Unidos y viajó a Australia, pero permaneció su sensibilidad por sus raíces del sur de Londres, mayormente fortificada gracias al espíritu de su abuela que era de Yorkshire. A los 51 años en la cima de su poder como escritora murió de cáncer de pulmón, sobreviviéndole su segundo marido y su hijo.

Publicó 4 colecciones de historias cortas, 9 novelas (la primera Shadow Dance en 1966, la última Wise Children en 1991), 3 trabajos no ficticios (The Sadeian Woman en 1979, Nothing Sacred en 1992, y Expletives Deleted en 1992), editó colecciones de cuentos de hadas y escribió 2 guiones cinematográficos y un amplio numero de obras radiales, y una opera, Lulú, que fue producida después de su muerte. Continuó escribiendo para revistas como New Society y Vogue, en las cuales hablaba de literatura, moda, recetas de cocina, películas y otros aspectos de la vida diaria y cultura general.

Fuertemente inmersa en la tradición de las narrativas medieval y gótica inglesa, Carter fue influida por la experimentación de la imaginación visual (de Blake a los poetas de surrealismo; y significativamente, los cuentos de hadas y películas de ciencia ficción).

Ella misma, de manera explícita se identificaba con el realismo mágico y los escritores de la época post-colonial, quienes tenían preocupaciones que implicaban necesariamente transformar tanto a las formas de ficción como el conocimiento de la política.

Los críticos feministas han dado opiniones mixtas en cuanto a su trabajo, pero ella se percibía a sí misma como “socialista, feminista y en lucha fuerte y constante contra el prejuicio de ver a la mujer como símbolo de víctima inocente”, enfocándose en su lugar en hacer un esfuerzo por transformar la política psico-sexual por medio de explorar los no muy amplios límites del deseo y la estrategia que la mujer podría emplear.

Siendo una escritora provocativa, atrevida lingüísticamente, y también intelectualmente, ganó una fama extraordinaria después de su muerte (Aún en el Reino Unido, donde el mundo literario había sido enterado de su bravura pero no advertido sobre sus trucos novedosos) y su magia había sido celebrada por colegas de ficción, tales como Margaret Atwood, Robert Coover, Salman Rushdie y Marina Warner.

La escritura de Carter articula un consistente y aun así variable envolvimiento en cuentos de hadas. Sus novelas incluían temas e imágenes de cuentos de hadas de manera recurrente, por ejemplo a la Bella durmiente, especialmente en The Infernal Desire Machines of Doctor Hoffman, a las dos hermanas de Cenicienta en Wise Children, la damisela en peligro en la torre en Heroes and Villains, y en cualquier lugar donde pudieran parecer los encantos y poderes de un espejo mágico y la figura de Bluebeard.


Construyéndose de acuerdo a la estructura de la utopía y una visión extremadamente de cuento de hadas, The Magic Toyshop, de 1967 es uno de los ejemplos tempranos de su compleja relación con los cuentos de hadas:
Melanie está al principio estar por la mítica imagen de “princesa casadera”; y después, siendo una huérfana sin poder, es oprimida por la patriarquía autoritaria y sin humanidad de su tío Philip; y finalmente es transformada por el abrazo lleno de musicalidad y pasión desenfrenada de una familia irlandesa que la adopta.
El final de la novela representa a Melanie y su joven amante Finn enfrentando un mundo nuevo lleno de posibilidades, como si se tratase de un jardín del Edén.

Pero la forma del cuento mismo paradójicamente ofrece a Carter más posibilidad para la experimentación.
Sus cuentos de hadas para niños, “Miss Z, the Dark Young Lady” y “The Donkey Prince” (ambos publicados en 1970), y su traducción de los cuentos de Charles Perrault, en 1977 mostraban ya las técnicas que emplearía para su colección del ’79.

Las diez historias incluidas en The Bloody Chamber nos “re-cuentan” historias populares como Bluebeard (The Bloody Chamber), La Bella y La Bestia (The Courtship of Mr. Lyon y The Tiger’s Bride explícitamente, pero temáticamente a los diez), El Gato con Botas (con el mismo título pero en una versión exuberante y “sucia”), Blanca Nieves (The Snow Child), La Bella Durmiente (The Lady of the House of Love), y Caperucita Roja (The Werewolf, The Company of Wolves, Wolf-Alice). La quinta historia de la colección, The Erl-King, explora la conexión entre el romanticismo y los cuentos de hadas de manera general.

Adoptando una variedad de estrategias narrativas (narración en primera persona, una auto-percepción reflexiva del protagonista, múltiples versiones de una misma historia, cambiar la trama para hacer un final diferente al conocido, actualizar y definitivamente citar el típico marco de cuento de hadas con el comienzo “Érase una vez…”), las historias de Carter conspiran para transformar la imaginación de ensueño de los cuentos de hadas. Ilustra los usos misóginos de éstos y expone el peligroso atractivo de lo sugestivos que pueden ser; y simultáneamente rescribe y da sustancia al valor y los múltiples deseos de sus heroínas, quienes luchan en contextos culturales e históricos específicos.

The Bloody Chamber, primer cuento de esta colección y aclamada por la mayoría de los críticos por ser en su opinión la historia más rica y provocativa explora decididamente la confabulación de una joven novia y la trama deshumanizante de Barba Azul, y al mismo tiempo propone un modelo de desarrollo de una relación madre-hija, basado en la convicción, búsqueda de conocimiento e integridad.

Al igual que sus cuentos posteriores, tales como Peter and the Wolf en Black Venus (1985), y Ashputtle or The Mother’s Ghost en American Ghosts and Old World Wonders (1993), The Bloody Chamber da una nueva visión a los cuentos de hadas ante una proliferación de posibilidades ínter textuales: recordar la tradición oral que hace recuerdo al mismo tiempo a las historias autoritativas de Perrault y Grimm y hasta cierto punto yuxtaponiendo lo pornográfico con lo místico y lo gótico haciendo uso de ironías; desestabilizando la interpretación al presentar versiones que serían leídas con y en contra de las versiones originales; entrenando a los lectores con la “intersensualidad”, una curiosidad a favor del despertar de los cinco sentidos; reapropiarse del arte de contar historias, como una actuación imaginativa y de opciones, especialmente para las mujeres; todas estas historias comprometidas con un diálogo productivo con críticos como Jack Zipes y Marina Warner, siendo ellos conocidos como los que contaran la historia de la cultura del cuento de hadas.

Cuando Carter rescribió el cuento de la Caperucita Roja transformándolo en un guión cinematográfico para The Company of Wolves (dirigida por Neil Jordan en 1984), y después haciendo lo mismo con la novela The Magic Toyshop para el film del mismo título (dirigida por David Wheatley en 1987), continuó transformando las imágenes femeninas de los cuentos de hadas, haciendo histórico al género mismo, localizando las imágenes y dando más sentido a las audiencias sobre las limitaciones de “ver es creer”, mientras la idea de cómo podrían verse los sueños y los trucos de magia jugara con la exuberancia y con todas las posibilidades visuales permitidas por los efectos visuales y aparatos cinemáticos.

Los dos volúmenes de cuentos de hadas que editó Carter (The Virago Book of Fairy Tales en 1990, retitulado como Old Wive’s Fairy Tale Book en su edición americana, y The Second Virago Book of Fairy Tales from Around the World, obra publicada en 1993 después de la muerte de Carter; ambos ilustrados por su amiga la artista Corinna Sargood) constituyeron su contribución final a ese acercamiento con la escritura de cultura diversa y centrada en la mujer.

Definido como “el eterno y fresco entretenimiento de los pobres”, los cuentos de hadas son presentados en términos de “artes domésticas”, y son modelo de las diferentes “estrategias y tramas” femeninas, su “arduo trabajo” y resolución, y nunca conformarse a la sumisión ni a la subordinación pasiva”.

Siendo los “Valientes”, “Rudos”, “Intencionados”, “Para distinguir a los Tontos”, y “Para escuchar sobre las Buenas Chicas y a dónde les llevó ser así”, (algunos de los encabezados bajo los cuales Carter agrupaba sus cuentos), los lectores de hoy participan en un show revigorizante de mujeres, de romance, chistes subidos de tono, curiosidad desafiante: una mezcla de lo mundano y el mundo mágico, todo entrelazado por una pequeña y poderosa chispa.

L.A.S.B.


bookends, or so.

Ayer salí con mi ex. Otra vez. Como suelo hacer desde hace meses después de que me mandó al carajo en un cuarto de hotel. Pero algo cambi...