martes, mayo 19, 2015

Ma sœur

Hola, donde sea que te encuentres. Espero que estés bien. Ya pasó un año más sin ti. También pasó año más desde que me enteré de que él decidió faltar a su palabra, a pesar de que te juró, y juró en tu memoria, nunca fallar a sus votos y de que según él, te prometió nunca hacerlo. Vaya que fueron débiles sus promesas para contigo, para con ella y para con todos. En fin, no te amargaré el día con mis quejas. Mejor hablemos de otras cosas.

Me hubiera gustado conocerte por más tiempo, como también me gustaría conocer un poco más a tus hermanos. El mayor ya hizo una vida, lejos de nosotros, y solo sale con sus hermanos, con los que considera 'su familia',. La que sigue, también tiene su vida aparte, y quizá es lo mejor. Muchas veces los extraño, en especial a mi hermano, pero nunca puede forzarse a nadie a hacer algo.

Catorce en total. Eras muy joven. Veinte años. Veinte. Sigo sin saber qué pasó contigo. En realidad saber o no saber no cambia el hecho de que ya no estás aquí. Sin embargo, cuando hago memoria y me acuerdo de la última vez que salimos juntos a Xochimilco, o leyendo tus palabras en esas cartas que me mandaste en mis épocas de la secundaria, cuando más te necesitaba, también pienso que me gustaría que siguieras aquí. Quizá seríamos buenas amigas, quizá no. Nadie asegura que también tú decidirías irte con "tu familia" y darme largas cada vez que quisiera hablar contigo. Quizá hicieron bien ese día, cuando cambiaron tus apellidos en la misa y estúpidamente me enojé.

No sabes la falta que me hace a veces hablar con alguien como tú. En ocasiones creo que somos tan similares, que si hiciste lo que creo que hiciste, quizá fuiste más valiente que yo y lograste tu cometido.

Creo que nunca supiste el impacto que tuviste en mi mundo, nunca lo sabrás.
Hasta que nos volvamos a ver.

Te extraño.



lunes, mayo 11, 2015

Me gusta el olor a tierra mojada y a café recién hecho.
Odio el olor a sudor. Quizá son cosas sin importancia, pero tenía que decirlo. 

Tiene gracia que abra mi entrada con datos así, porque son los olores que más me rodean últimamente. Recientemente (de unos meses hacia hoy, de hecho), me he sentido con ganas de escribir algo como lo que antes escribía en este blog, pero no me inspiro. No es falta de interés, no es que no me pasen cosas interesantes o que no quiera hacerlo, pero vaya, creo que he dejado un poco atrás a esa persona que era hasta hace un par de años. La depresión, desgraciadamente, sigue ahí. Por ese mal, he hecho cosas impulsivamente que, aunque no las discutiré, quienes son allegados a mí, saben qué fueron, y aunque no me siento muy orgullosa en parte, supongo que de alguna manera eran necesarias para que me diera cuenta de que no estaba bien y que tenía que salir de ese agujero de algún modo.

Lo que no entiendo es cómo y por qué le di (y en ocasiones sigo dándole) tanto poder a una sola situación como para desarmarme así y hacerme pedazos; una situación con alguien que ya ni siquiera está conmigo. Supongo que ese es el asunto, y lo ha sido desde hace años: soltar. Y aunque ya solté, a veces la sombra regresa de algún modo. El por qué le permito volver no siempre es claro. ¿Masoquismo? ¿Debilidad? ¿Falta de carácter? Tal vez. Me queda claro que no es la idea de volver, pues en el momento clave (siempre hay uno de esos) me di cuenta de lo diferentes que éramos. Y años después, en la cita para "cerrar" fue aún más evidente, cuando ventiló sin tapujos su infidelidad, y al ver una sortija en mi mano preguntó si mi relación era seria... 

Hablaré de algo más animado.
Tengo dos cuyos. Uno de ellos tiene un año, el otro un par de meses. El más grande le dobla en tamaño y cuando les voy a dar de comer, se pone sobre el otro, asfixiándolo.
Qué buen ejemplo de lo que hace la vida con uno a veces, ¿no?



  Sé de antemano que nadie lee mis pensamientos, (sería presuntuoso pensar que solo vale la pena escribir estas lineas con el fin o la intención de que alguien las leyera). Quise escribirlas porque a pesar de los días malos, he pensado mucho y en realidad no está tan mal. Tengo un novio que me quiere y al que quiero, mi madre es la luz de mi vida, está conmigo y me apoya en lo que necesite. Y al final los pequeños placeres de esta vida tan caótica son los que la han hecho valiosa para mí, con errores y todo.

bookends, or so.

Ayer salí con mi ex. Otra vez. Como suelo hacer desde hace meses después de que me mandó al carajo en un cuarto de hotel. Pero algo cambi...