Este año se acaba en unas cuantas horas, y como el sensualísimo Ninja Peruano dice, y en unión a su moción digo: "Good riddance".
Sí, así es. Pinche año culero, qué bueno que ya te vas, no regreses en conversaciones posteriores, ni traigas recuerdos, ni... ok, ok, ok, basta.
To be honest, haciendo cuentas y según yo recuerdo, 2009 pintaba para ser uno de los mejores años y acabó siendo el peor año de mi vida (hasta ahora), y no me duele ni me inmuta un poco el saber que en unas horas le diremos adiós.
Este año se portó terriblemente con algunas personas que conozco, y seguramente con muchos que no conozco, y desde algún tiempo para acá, seguramente ya varios no le veían final a los meses anteriores a diciembre.
Sobran razones para que detalle mi año, y por ello no lo haré, quienes me conocen saben qué pasó, y a quien le interesó saberlo también se enteró; y a pesar de lo culero que se portó 2009 conmigo, también hubo cosas buenas, que entre tanta porquería, ahí están.
Este año fue uno de los que más me han ayudado a formarme como persona, muy por las malas pero ahí la llevo.
Afortunadamente, en compensación a las pérdidas que he sufrido en 2009, también he conocido gente muy padre, diferente a mí, pero que a su manera y con algunas acciones ya lograron dejar marca en mí, y gracias a ellos no es sólo más llevadera mi vida, sino que también es mejor de lo que yo podría esperar.
Me fue presentado un dolor que jamás había conocido, y que aún no termino de conocer.
Dejé de conocer a varios amigos que pensé conocer bien, y empecé a conocer a algunos a quienes no sabía que quería hacerlo.
El único inconveniente que le veo al fin de año es que tuve que pasar por muchas pruebas para obtener todas las enseñanzas.
Sin dudar, 2009 me deja más lastimada de lo que pensé, y espero que ya no me lastime más.
Ya nos quedan unas horas, pocas, muy pocas, y espero de verdad que 2010 nos conforte, traiga cosas mejores y nos haga un poco menos miserables, o mejor aún, nos haga felices.
Ayer por la noche fue de los mejores días, si no de mi año, al menos de este mes, estuve con alguien que quiero mucho, me reencontré con mi niña interna, y disfruté de una rica cena, nada podía ponerme triste ayer.
Aún queda un deadline pendiente, y aunque me entristece y sé que me va a doler, mi primera lección del año será no llorar en cuanto terminen las campanadas. Wish me luck.
Y feliz año nuevo a tí, lector de este blog desfachatado, espero que haya más anécdotas, y que el año que llega sea de lo mejor para tí y los tuyos.

Y oh, sí... como soy fansss de los rituales paganos... mi charola de la prosperidad para año nuevo que también te incluye!